sEscocia lleva más de 500 años elaborando whisky (scotch whisky), uno de sus mejores productos sin duda alguna. Esta bebida alcohólica, cuyo nombre deriva del gaélico escocés usige beatha y del gaélico irlandés uisce beathadh, que puede traducirse como “agua de vida”, se obtiene mediante un proceso de destilación de malta fermentada a partir de cereales (maíz, cebada, centeno, trigo). Y es que el whisky escocés es tan famoso que se exportan unas 40 botellas por segundo, es decir, 1.28 billones de botellas al año. En consecuencia, las destilerías escocesas reciben unos 2 millones de visitantes cada año, convirtiéndolas en el tercer atractivo turístico más importante de la región. Pero visitar las más de 100 destilerías es una tarea complicada. ¿Cuáles elegir? Aquí te dejamos una guía sobre las destilerías más famosas y más recomendadas en esta fantástica ruta del whisky por Escocia.
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DESTILERÍAS MÁS IMPORTANTES
En las destilerías se elabora la bebida más preciada de Escocia, el whisky, y por ello se han convertido en una visita obligada en tu viaje por Escocia. Las hay por todas las regiones: en Glasgow y Edimburgo, en Aberdeenshire, en el Parque Nacional de Cairngorms, en las Islas Orcadas, Hébridas y en Argyll and Bute, aunque se concentran mayoritariamente en la región de Strathspey, en las Tierras Altas, cerca de Inverness. Además de presumir de hermosísimos paisajes, es el mejor lugar para conocer los secretos del arte de la destilación del licor y de la fabricación de los barriles, esenciales para que tenga un sabor único.
Aquí te dejamos la mejor ruta del whisky por Escocia, desde Edimburgo hacia las Tierras Altas y de vuelta a Glasgow, pasando por las mejores destilerías para que no te pierdas ninguna.
1. Edimburgo
Empezamos la ruta del whisky por Escocia en Edimburgo, la destilería Glenkinchie se encuentra en una granja a 15 millas de la ciudad, fundada en 1825 por los hermanos Rate, donde se produce whisky de 12 de años OLD. Si prefieres visitar alguna en la propia ciudad, Edimburgo posee tres destilerías: North British Distillery, Holyrood Distillery y Chain Pier Distillery, aunque mucho más modestas.
2. Perthshire y Dundee
Dirigiéndonos al norte, cerca del pueblo de Pitlochgry, nos encontramos con una de las más recomendadas destilerías, la Blair Athol Distillery, fundada en 1798. Si te gusta el whisky sin rastro de turba y sabor ahumado, ésta es tu destilería.
Allí también se encuentra la Edraudor Distillery, famosa por ser la más pequeña de Escocia, además de contar con el alambique más pequeño. Allí elaboran whisky de la manera más tradicional y auténtica desde 1825. ¿Cómo ha sobrevivido siendo tan minúscula? Por el cuidado y el amor que ponen en cada botella, y por sus tours transparentes y amistosos en la muestra del proceso.
Más arriba, en medio del Parque Nacional de Cairngorms, en el corazón de Royal Deeside, se encuentra la destilería Royal Lochnagar, así como la Dalwhinnie, ambas galardonadas con varios premios. Al estar muy cerca del castillo de Balmoral, la destilería Royal Lochnagar ostenta el título de Royal debido a la visita recibida de la Reina Victoria y de su familia en el siglo XIX.
3. Las Tierras Altas
Siguiendo la carretera hacia las Tierras Altas, la región de Speyside contiene una gran variedad de destilerías (de hecho, posee su propia ruta, la llamada Malt Whisky Trail), entre las cuales destaca The Glenlivet: lleva abierta desde 1824, sobreviviendo a la época de la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial, y es el whisky más vendido en Estados Unidos, también recibidor de numerosos premios. Se dice que era éste el whisky favorito del escritor londinense Charles Dickens. Además de su selección de tours y de catas, la destilería también ofrece varias rutas por el área.
Cerca se encuentra la destilería del famoso Cardhu, que en gaélico significa toca negra, la única destilería fundada por una mujer. Hoy en día presume de vender más de un millón y medio de botellas por año, siendo España uno de los principales países importadores. En ambas destilerías se elaboran whiskies de sabor suave y complejo, con matices dulces y afrutados.
Si visitas la isla de Skye, al oeste, puedes visitar la Talisker Distillery, la principal de las tres destilerías de la isla.
Otra de las destilerías altamente recomendadas es Lagavulin, en la Isla de Islay, fundada en a mediados del siglo XVIII también de forma ilegal.
4. Argyll y las islas del oeste
Ya hacia el sur, nos encontramos con esta región de bellos paisajes que engloba varias islas poseedoras de sus propias destilerías, como la Isle of Jura Distillery Co, en la isla de Jura. El pintoresco pueblo de Oban posee la destilería Oban Distillery, situada entre la costa y el acantilado que separa el puerto de los suburbios. Sus tours ofrecen una peculiar oportunidad de catar un sabor alejado del whisky elaborado en las Tierras Altas o en el sur, entre la dulzura del whisky de Speyside y el whisky ahumado de Jura.
La Nc’nean Distillery, cerca de Morvern, es la primera destilería de whisky orgánico. Habiendo abierto sus puertas en 2017, esta jovencísima empresa independiente lleva el nombre de la Reina de los Espíritus, Neachneohian, de quien se dice que luchaba para proteger la naturaleza, algo en lo que se identifica la marca y que refleja en el carácter de su whisky, al experimentar con distintas cepas de levadura, alambiques con formas curiosas y tiempos de maceración más largos.
5. Glasgow
Llegando a la ciudad más grande de Escocia en esta ruta del whisky por Escocia, en el valle de Clyde, nos encontramos con tres destilerías en la ciudad: Strathclyde Distillery, Clydeside Distillery y Glasgow Distillery.
CÓMO CATAR EL WHISKY
Finalmente, para que la experiencia sea plena en esta ruta del whisky por Escocia, te explicamos cómo catar el whisky para saborear todo su potencial
Se suele decir que las personas pueden dividirse entre aquellas a las que les gusta el whisky, y aquellas a las que lo detestan, dado su fuerte sabor. Aun así, cada whisky tiene una esencia especial, con olor, esencia y matices únicos, dependiendo del tipo de malta que se use, de su proceso de destilación, de la madera del barril y de su edad. Así pues, catar el whisky debería hacerse con delicadeza, aprovechando al máximo la experiencia. ¿Pero cuál es la mejor forma de degustarlo?
La mejor forma para captar la esencia del licor es beberlo de forma pura, añadiendo un poco de agua o hielo, liberando así sus aromas.
- Aunque no haya una serie de normas concretas, lo primero que deberías hacer es alzar el vaso y observar atentamente su color, indicativo del tipo de madera usado en los barriles. Cuanto más oscuro es el color, más añejo.
- Agrega un poco de agua al whisky. Huélelo varias veces, pues la primera será una oleada de alcohol, y a partir de la segunda sus matices se aprecian mejor.
- Dale un sorbo al vaso y mantén el whisky unos segundos en tu boca, tratando de distinguir los olores que deja en tu paladar y su auténtico sabor. ¿Es suave, un poco almibarado o te provoca hormigueo en la lengua?
- Finalmente, identifica si el sabor se mantiene durante un breve tiempo o desaparece rápidamente.