En el Oeste de la metrópolis tokiota, se encuentra un barrio muy especial, muy popular y que no parece tener descanso. Sí, ese mismo, en este artículo descubrirás qué ver en Shibuya, uno de los barrios más famosos y ajetreados de la capital, tanto de noche como de día.
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MEJORES COSAS QUÉ VER EN SHIBUYA
Has llegado a Shibuya en tren, que es lo más recomendable y te vas a encontrar en una estación que es tan bullente como el barrio que le da su nombre. Es la cuarta estación más concurrida de todo Japón, es arquitectónicamente interesante y sus vistas merecen la pena especialmente. Desde ella, antes del salir, puedes asomarte a sus ventanales y ver una escena maravillosa de Shibuya a cualquier hora del día. Lo que más te impactará, será, casi al 100%,
El cruce de peatones más famoso del mundo
Shibuya tiene un enorme paso de peatones formando un rectángulo con una diagonal. Se le conoce como “Scramble Kousaten”, literalmente “Paso de peatones Scramble”. El scramble vendría a ser español un revuelto de huevos y, es que, este cruce parece un revuelto humano cuando los transeúntes caminan por él. Es, de hecho, el paso de peatones en el que más personas han llegado a cruzar a la vez en el mundo, pues hasta 3.000 personas lo han llegado a cruzar a la vez. Se dice que, al día, alcanza el millón de viandantes. El secreto para que tantas personas puedan cruzarlo a la vez está en que el semáforo se pone en rojo en todas las direcciones para los vehículos. Es divertido cruzarlo, entre el montón de personas, rodeado de rascacielos, y poder grabar los 47 segundos que dura.
Shibuya Scramble Square
Es el rascacielos más reciente en Japón. Se inauguró el 1 de Noviembre de 2019 y alcanza unos 229 m. Muy acorde con el barrio de Shibuya, este edificio es todo lujo y cuenta con muchas actividades para hacer. Tiendas sin fin, restaurantes y miradores. Especialmente te quitará la respiración el mirador en su azotea, a cielo abierto, con pantallas de cristal, donde te llevarás una espectacular vista del barrio y el parque Yoyogi. Aunque se tarda una media hora en acceder porque suele haber cola, merece la pena. El Scramble Square no cierra ni en festivos nacionales, con lo que puedes ir en cualquier día de la semana, aunque debido a que hay mucha gente, es mejor evitar sábados y domingos. Puedes acceder a él desde la estación.
Estatua del perro Hachiko
Al salir de la estación de Shibuya, a unos pocos metros te encontrarás con la estatua de Hachiko. Si es la primera vez que la visitas, tendrás que mirar detenidamente para encontrarla, pues está rodeada de árboles y normalmente hay mucha gente alrededor tomándose fotos o gente que usa este lugar como punto de encuentro. Es la estatua de un perro de raza akita muy famoso en Japón y fuera de él por su entrañable historia. El perro acompañaba cada día a su amo desde casa a la estación, donde siempre le esperaba. Cuando su amo falleció, éste siguió esperándolo como cada día durante 10 años hasta que fue hallado muerto en la misma estación. En abril de 1934 se elaboró la famosa estatua cuyo material se usó en la II Guerra Mundial. La estatua volvió a erguirse nuevamente en 1947.
Hasta aquí, todo lo visto en Shibuya se encuentra a escasos metros de la estación. A continuación, un poquito más allá, encontrarás:
El Parque Yoyogi
Es uno de los parques más grandes de Tokio. Se encuentra hacia el Norte del Scramble Kousaten y es un parque con mucha historia. En Yoyogi se realizó por primera vez en la historia de Japón un vuelo a motor. Fue en 1910 y lo llevó a cabo el Capitán del Ejército Imperial Japonés, Yoshitoshi Tokugawa. Durante la II Guerra Mundial se convirtió en la residencia de militares estadounidenses. En 1964 se estableció en ella la Villa Olímpica y, finalmente, en 1967 pasó a ser un parque público en Tokio. De las Olimpiadas de aquella época queda el Gimnasio Nacional de Yoyogi, en el que se realizaron las pruebas de natación y salto de trampolín. A día de hoy es un espacio con fuentes, jardines y esplanadas que dan lugar a que los japoneses puedan realizar en él muchas actividades al aire libre. Si te acercas un domingo, podrás ver a los rocabillys tokiotas bailando en la entrada del parque que se encuentra cerca del puente Jingu-bashi. Debido al aforo que permite este parque, muchos festivales tienen lugar en él. Cada año, a finales de noviembre, tiene lugar la Fiesta de España en él. Si viajas en esta época, verás un Yoyogi vestido de rojo y gualdo, abarrotado de casetas con comida tradicional y algunas graciosas traducciones de platillos españoles; por supuesto, la música y la danza nunca faltan. En la parte Norte de este parque se encuentra:
El Santuario Meiji
(Meiji Jingu) es un santuario sintoísta dedicado al Emperador Meiji y a su esposa la Emperatriz Shouken. La era Meiji fue aquella que siguió al período Edo, es decir, supuso el fin del “feudalismo” japonés y comienzo del Japón moderno. Se acabó de construir en 1921 pero tuvo que reconstruirse nuevamente tras las II Guerra Mundial durante la cual el edificio original fue destruido. Aunque está en pleno corazón de Tokio, este santuario guarda un clima muy apacible, encontrándose dentro de una arboleda de 70 hectáreas. La entrada al santuario está señalada con toriis (arcos cuadrangulares) de madera y cobre marcados con el crisantemo, emblema imperial.
Pero Shibuya es mucho más. Los puntos anteriores son lugares icónicos para visitar en Shibuya, pero no olvides que este barrio por sí solo ya lo es. Piérdete por él, déjate caer en sus restaurantes y cafés, tiendas extravagantes, calles de neones. Acércate a algún bar local y ve a cantar a uno de los muchos karaokes. Ya sea tu primera o quinta vez en Japón, Shibuya es un lugar al que volver una y otra vez.
Pero Tokio es mucho Tokyo, no te pierdas qué ver en Tokio.