VIAJE AURORAS BOREALES NORUEGA – CÓMO, CUÁNDO, DÓNDE

¿Qué son las auroras boreales?

 

Auroras boreales, ese fenómeno misterioso y extraño que cautiva a todos por igual. Esquivas pero increibles, el poder contemplarlas es un verdadero lujo para nuestros sentidos. En esta guía os mostraremos algunas de las claves y consideraciones más importantes si queremos embarcarnos en su búsqueda.

 

 

Todas las culturas o civilizaciones que a lo largo de la historia han estado en contacto con las auroras boreales han intentado darles una explicación.

 

Una antigua leyenda Sami las denomina «zorros de fuego» ya que este pueblo creía que las auroras eran producidas por el reflejo de la luna en la nieve levantada por la cola de los zorros árticos al correr sobre esta. Los vikingos, en cambio, pensaban que se trataban de destellos procedentes de los escudos de las valkirias, que guiaban a los guerreros caídos en la batalla al Valhala. Otras veces la atribuían a la diosa Freya en su montura.

 

También otros pueblos como los Inuit, las tribus Sioux, Mandan, Salteaus, Amrimen Fox; o las culturas china, japonesa y escocesa han reparado en las auroras y reflexionado sobre ellas, ofreciendo diferentes explicaciones.

 

Hoy sabemos que tanto las auroras boreales como las australes se tratan de un fenómeno que tiene su origen en el Sol, es físico y científicamente explicable: el viento solar.

 

¿Por qué se producen las auroras boreales?

 

En la Tierra, además de la atmósfera, tenemos la magnetosfera. Esta es un campo magnético que rodea el planeta, pero no de manera uniforme. Este campo tiene dos «agujeros», tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur.

 

 

Cuando se produce el viento solar, a causa de las violentas reacciones que tienen lugar en la superficie del Sol, se desprenden partículas de este astro que vienen a parar a nuestro planeta. La magnetosfera repele entonces estas partículas, reconduciéndolas hacia los polos y creando esas líneas de luz tan características y especiales.

 

Es precisamente por esos dos agujeros por donde la radiación entra, produciendo ese fenómeno visual de luces de colores que denominamos auroras boreales y auroras australes, dependiendo de si se producen en el norte o en el sur.

¿Son peligrosas las auroras boreales?

 

Al tratarse de un fenómeno producido por la radiación solar podríamos pensar que las auroras son peligrosas para nuestra salud. Nada más lejos de la realidad. Afortunadamente las auroras boreales y australes se producen a tal altitud que no representan peligro alguno para quienes las observen desde la superficie terrestre, ya que la atmósfera nos protege de este y otros tipos de radiación que llegan a la Tierra.

 

El único efecto que las auroras boreales pueden tener, en raras ocasiones, es el de afectar a partículas cargadas eléctricamente; por lo que podrían perjudicar a infraestructuras y tecnología. No obstante, apenas se han dado casos de esta índole, por lo que podemos estar también tranquilos por la salud de nuestros dispositivos y vehículos.

¿Dónde ver auroras boreales?

 

Para ver las auroras boreales tendremos que dirigirnos al norte del planeta. Lugares como Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia o Rusia son a los que deberemos acudir en busca de este fenómeno.

 

Tenemos que recordar que cuanto más al norte nos encontremos, con mayor claridad podremos ver las auroras boreales, si se producen. Ciudades como Oslo y Estocolmo (por ejemplo) están demasiado al sur y se encuentran demasiado iluminadas. Por eso, si uno de los objetivos de nuestro viaje es contemplar las auroras, hay que poner la vista en las regiones más septentrionales del país que hayamos escogido. En este caso hablaremos de Noruega.

 

Existen muchísimas opciones en el norte de Noruega para viajar en busca de las auroras boreales.

 

 

Tromsø, en la región de Troms, es una de las más conocidas y accesibles. Es una de las ciudades más pobladas del norte del país y cuenta con su propio aeropuerto. Además, la ciudad cuenta con interesantes museos, buenos restaurantes, puerto, centros comerciales, tiendas de todo tipo y una importante población universitaria. Es, asimismo, el lugar en donde más alojamiento disponible podremos encontrar en los alrededores, así como actividades y tours. Su moderna catedral es una obra de arte que también alberga conciertos y otros eventos. La disposición de la ciudad, cuyo centro se encuentra en una isla conectada por puentes, le proporciona un encanto adicional.

 

Alta, en este caso en la región de Finnmark, es la segunda ciudad más turística del norte de Noruega. En esta ciudad podremos entrar en contacto con la parte más auténtica de Laponia y la cultura Sami. Los paseos en trineo tirado por Huskies, el Hotel Sorrisniva Igloo o el hecho de poseer dos de los siete elementos catalogados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO; son solo algunos de los muchos atractivos que nos ofrece esta población.

 

Nordkapp, también en Finnmark, es el punto más septentrional del país (en el continente). Es el lugar perfecto para experimentar el invierno ártico. Con una importante presencia de fauna y unos paisajes salpicados de islas, este lugar nos cautivará sin duda.

 

No podemos olvidarnos del archipiélago de Svalbard. Situado al norte de Noruega, en el océano Glacial Ártico, es sin duda uno de los lugares más salvajes y vírgenes del mundo. Esta zona tiene unas características territoriales especiales y, aunque pertenece a Noruega, se encuentra fuera del Espacio Schengen. Aquí, por ejemplo, no se permite salir de las ciudades sin una persona guía, ya que existe un peligro real de ser atacados por osos polares. También hay unas pocas ciudades, antiguas explotaciones mineras de carbón, que pertenecen a la Federación Rusa. Hoy en día se mantienen con fines turísticos.

 

Otras opciones, algo más al sur, serían las islas Lofoten o Budø. Aun así es también posible desde estos lugares contemplar las auroras boreales, siempre y cuando se den. Tanto Lofoten como Budø cuentan con suficientes atractivos paisajísticos y turísticos como para que nuestro viaje sea una experiencia inolvidable, con auroras o sin ellas.

 

Más allá de estos lugares, cualquier lugar al norte del país es también una buena opción, siempre y cuando tengamos un sitio en el que quedarnos y nuestro viaje y desplazamientos estén bien planificados. No se trata de lugares ni condiciones climatológicas como para, por ejemplo, quedarse sin gasolina.

¿Cuál es la mejor época del año para ver auroras boreales?

 

 

Las auroras boreales se pueden producir durante todo el día y todo el año, pero son necesarias unas condiciones de luminosidad y atmosféricas muy específicas para poder verlas; por lo que la época en las que son realmente visibles se extiende desde mediados de septiembre hasta principios de abril.

 

Es en esos meses en los que la noche dura más horas. Durante los meses restantes hay lugares en los que, de hecho, no se pone el Sol. Y si lo hace, la luz residual no termina de disiparse, pues vuelve a amanecer a las dos o tres horas (dependiendo de la longitud a la que nos encontremos).

 

Por ello tendremos que viajar en lo más crudo del invierno, intentando que nuestro viaje no coincida con los ciclos de luna llena para tener una mejor visibilidad. También necesitamos cielos despejados por lo que cuanto más baja sea la predicción de temperaturas mejor.

Auroras boreales sin filtro: ¿Cómo fotografiarlas?

 

 

Fotografiar las auroras boreales puede ser un reto incluso para los que tienen más experiencia. Hay un elemento que será imprescindible si queremos conseguir una buena y nítida imagen: el trípode.

 

Tanto si utilizamos una cámara como un teléfono móvil, para fotografiar correctamente las auroras boreales tendremos que fijar un tiempo de exposición más largo que el de las fotografías comunes. Muchas veces las auroras son de poca intensidad y prácticamente imperceptibles para nuestros ojos, pero si intuimos luces extrañas en el cielo podemos desvelarlas con nuestra cámara o móvil y obtener imágenes de las mismas.

 

También un disparador a distancia es buena idea, ya que cuanto menos se mueva el dispositivo menos borrosa será la imagen que obtendremos.

 

Aparte de la exposición, deberemos ir probando valores ISO diferentes, viendo los que mejor nos funcionan y con una cantidad de ruido razonable que no estropee la imagen.

 

Cuidado con las baterías, cuando las temperaturas alcanzan los -20ºC algunos aparatos funcionarán por un breve periodo antes de apagarse. Esto, de manera continuada, podría dañar nuestros dispositivos irreversiblemente. Por eso es buena idea contar con fundas térmicas y darle ciertos periodos de descanso (dentro del coche por ejemplo) si la temperatura es muy baja.

 

En cualquier caso y si no sabemos mucho sobre fotografía, es siempre recomendable documentarse un poco antes de viajar o contratar un tour en el que los guías nos ayuden y asesoren.

¿Cómo ver las auroras boreales?

 

 

Las auroras boreales no son un fenómeno estable o fácilmente predecible. Por tanto dependemos en buena medida del azar y de la suerte, aunque hay ciertos factores que podemos tener en cuenta.

 

El primer factor que es requisito es encontrarse lo más al norte posible y, además, visibilidad despejada en esa dirección (sin montañas o árboles).

 

Necesitamos que el cielo esté despejado y no cubierto de nubes, algo que no siempre sucede en invierno. La previsión meteorológica puede darnos pistas, pero hay que tener en cuenta que a veces no acierta.

 

Otro elemento fundamental es la oscuridad. Hay que alejarse de grandes ciudades o núcleos de población, dado que la contaminación lumínica reduce considerablemente la visibilidad de las auroras. También deberíamos evitar, si nos es posible, las noches de luna llena o casi llena. De nuevo la luz juega en nuestra contra en este caso, por lo que podemos servirnos del calendario lunar para planificar nuestro viaje.

 

El frío es otro asunto del que no hay que olvidarse bajo ninguna circunstancia. Nos encontramos en una de las zonas más frías del mundo, y nos disponemos a pasar varias horas a la intemperie intentando ver un fenómeno que en ocasiones tarda horas en producirse y en ocasiones no se produce.

 

Por tanto será vital disponer de la ropa adecuada: ropa interior térmica (si puede ser de lana mucho mejor), calcetines de lana (sobre unos de invierno de algodón), botas para la nieve (preferiblemente un número más de nuestra talla para el doble calcetín), pantalones de ski, abrigo, gorro, guantes y bufanda. En cuanto a la clase de lana, la de oveja merino marca una gran diferencia y es sin duda la mejor (por eso también es más cara). Si nos fijamos en la ropa que llevan los noruegos y les preguntamos, constataremos este hecho. Es quizás preferible adquirir alguno de estos productos en Noruega, especialmente los calcetines de lana y la ropa interior térmica, ya que no hay nada que los iguale en calidad a nuestra disposición en España.

 

También se necesita un lugar en el que refugiarse, preferiblemente un local o una casa calefactada.

 

Otra opción es utilizar un vehículo y desplazarnos de un lugar a otro, buscando las mejores vistas. Es problema que plantea esta solución es que posiblemente gastaremos una ingente cantidad de combustible y que, además, conducir de noche por carreteras heladas entraña cierto peligro, especialmente si no estamos acostumbrados ni conocemos la zona.

 

Si queremos salir a la caza de las auroras boreales con toda la tranquilidad del mundo, centrándonos solamente en disfrutar y admirar el paisaje helado, lo mejor es contratar un tour en el que expertos conductores nos transporten hasta los lugares con mejores vistas. Si lo preferimos, existen también opciones de cruceros o Tesla. Los guías también nos asesorarán sobre cómo obtener las mejores fotografías, y podremos disfrutar en compañía de otros entusiastas de una noche de aventuras inolvidable.

 

Existen apps y sitios web que, con un margen de dos o tres días, ofrecen estadísticas y previsiones sobre la posibilidad de que se produzcan las deseadas auroras boreales.

 

Mucha suerte, viajeros.